lunes, 22 de junio de 2009

Oswaldo Vigas: sabia fortuna


Oswaldo Vigas, S.T. (1985) 78 x 64
Oswaldo Vigas es uno de esos artistas bendecidos a partes iguales con talento y reconocimiento oportuno. El maestro, nacido en el año 1926, comenzó su vida en la pintura en 1941 cuando se acerca al arte de manera autodidacta y realiza sus primeros dibujos. Al año siguiente recibe su primer premio por unas ilustraciones de poemas. Ese mismo año inaugura su primera exposición individual en el Ateneo de Valencia. Sus primeras obras son figurativas. Luego, en los años 1943, 1944, 1945 y 1947 participará en las primeras ediciones del Salón Arturo Michelena. Dos años después, se muda a Caracas y se une al Taller Libre de Artes, agrupación que surgió como alternativa a la preceptiva de la escuela de Bellas Artes. En esta época el pintor descubre la cerámica precolombina, la cual estimulará el afán de síntesis y misterio de su obra.
En 1952, un doble éxito lo espera: el pintor recibe el Premio Nacional de Pintura y el premio John Boulton. Con el dinero de esos premios, viaja a París, ciudad que será su residencia por 12 años. Al año siguiente, participa en la II Bienal de Sao Paulo y en el IX Salón de Mai. Este último se habìa convertido en la reunión artística más importante de post guerra, contando con la participación constante de artistas de la talla de Pablo Picasso. Tres años más tarde Vigas conocerá a Picasso con motivo de una exposición que se planificaba en Venezuela, pero que no prosperó. A pesar de vivir en Paris, el artista se involucra con los sucesos venezolanos de 1958 en contra de la dictadura de Pérez Jiménez. Más tarde en 1962, el artista comenzará a colaborar en calidad de reportero en periódicos como Últimas Noticias y revistas como Venezuela Gráfica. Dos años después, regresa a Venezuela con su esposa Janine.
En 1970, Vigas se integra al grupo de artistas Presencia 70, el cual demostraba su descontento por la ausencia de Salones de Exposición. En 1971 y 1972, se dedicará a la elaboración de tapices y serigrafías respectivamente, demostrando su constante necesidad de aprendizaje. De la misma manera, el artista en los años ochenta explorará las posibilidades de la pintura sobre cerámica.
Este recuento de actividades sólo menciona los hechos más llamativos. Oswaldo Vigas destaca por hacerse notar en contínuas exposiciones individuales y colectivas, a nivel nacional e internacional. De esta manera se ha consolidado como uno de los personajes más importantes de la plástica venezolana.

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