martes, 9 de junio de 2009

Armando Reverón y el momentáneo desapego de sí mismo

Armando Reverón, Taller de la corporación del puerto (S.F). 94 x 114.

La obra del maestro Armando Reverón (1889-1954) se caracteriza generalmente por su desconexión con el contexto social e histórico en el que se produce. Es decir, gran parte de su obra está formada por desnudos femeninos, autoretratos y paisajes en los que priva la ausencia de cualquier referente contemporáneo. Por este motivo, vale destacar una serie de obras producidas hacia el año 1945, que muestran un novedoso interés por parte del artista hacia las actividades humanas. Entre estas, se debe mencionar el Taller de la corporación del puerto (S.F., aunque ubicada por el crítico venezolando Alfredo Boulton en el año 1945), la cual forma parte de la colección de Galería San Francisco. Sobre esta época, Alfredo Boulton, en su libro La obra de Armando Reverón (1966), señala que la muerte de la madre del pintor en 1943 produjo un gran sobresalto en su delicada psiquis, llevándolo a internarse en el sanotorio del doctor Báez Finol (psiquiatra y amigo) durante unos meses. A su salida, regresa a Macuto, pero manifestando un nuevo interés por las actividades del cercano puerto de La Guaira. El estudioso comenta que la intención del maestro en este período es "Trasladar íntegros al lienzo los tintes exactos y directos de la propia tierra (...) Fue esa, sin duda la época en que vio de manera más violenta y brutal". En la obra Taller de corporación en el puerto, la luz blanca no invade todo el espacio, sino que apenas tiene dos entradas: una en el lateral izquierdo, que ilumina a los trabajadores, y una en el lateral derecho, que aclara el fondo del taller. Retoma el uso del color negro para representar el techo con sus sombras. Por último, usa el color terracota y azul para extraer ciertas figuras de la monocromía. Uno de las aspectos interesantes de esta obra es que se aleja de los leit-motives reveronianos (el desnudo femenino o el autoretrato) para observar y documentar las actividades de la sociedad (por ejemplo, el trabajo de los obreros en un galpón). El diagnóstico psiquiátrico del artista elaborado por el doctor Báez Finol (citado por Alfredo Boulton) es el siguiente: una personalidad esquizoide, aislada emocionalmente, pero con una capacidad perceptiva e intelectual totalmente normales. Ese aislamiento emocional le dificultaba relacionarse con los demás y lo llevaba a perpetuar su viaje interno. Por esto, cobra importancia esa extraña pintura realista de Reverón, pues, en nuestra opinión, da cuenta de un repentino deseo del artista de comprender el mundo externo, abandonando por un momento sus propias obsesiones.

Referencias Bibliográficas
Boulton, A. (1966) La obra de Armando Reverón. Caracas: Ediciones de la Fundación Neumann.
Calazadilla, J (1979) Armando Reverón. Caracas: Ediciones Corpoven.
Varios autores (1992) Reveron. Caracas: Fundación Galería de Arte Nacional y Fundación Banco Mercantil.

2 comentarios:

  1. Venezuela a beautiful Warm Country still has a bit left, since Chavez has not considered the Art the People or the Land, Special!

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